jueves, 12 de noviembre de 2015

CTM. RESIDUOS E IMPACTOS DE LA BIOSFERA


ÍNDICE
  1. Introducción 
  2. Importancia y necesidad de la Biodiversidad 
    1. El valor de la diversidad 
    2. Pérdida de biodiversidad 
    3. Causas y Mecanismos de la pérdida de biodiversidad 
      1. Causas del deterioro de la biodiversidad 
        1. Mecanismos de deterioro de la biodiversidad 
        2. Deterioro y fragmentación del hábitat 
        3. Cambios en los usos del suelo 
        4. Contaminación atmosférica, marina y del suelo 
      2. Explotación excesiva de especies de plantas y animales 
        1. Agricultura y ganadería intensivas 
        2. Deforestación 
        3. Sobreexplotación pesquera 
      3. Introducción de especies exóticas 
      4. Consecuencias de la pérdida de biodiversidad 
      5. Medidas para conservar la biodiversidad 
        1. Medidas correctoras 
        2. Educación ambiental
4.  Los residuos 
5.  Introducción  a los residuos 
6.  Concepto de residuo
7.  Tipos de residuos 
         1.  Residuos de origen primario 
                 1.  Residuos forestales y silvícolas 
                 2.  Residuos agropecuarios 
                 3.  Residuos mineros 
         2.  Residuos de origen secundario 
                1.  Residuos industriales 
                2.  Residuos radiactivos 
                3.  Gestión de residuos de origen secundario 
         3.  Residuos de origen terciario 
                1.  Residuos sanitarios
                2.  Residuos sólidos urbanos 
 8.  Gestión de los residuos 
         1.  Disminución y valorización de los residuos 
         2.  Transformación de residuos 
         3.  Eliminación de residuos
                1.  Vertederos 
                2.  Incineración
9.  La gestión de los residuos en España 
 


1. ESQUEMAS

 



2. PRESENTACIONES

  
Organización y diversidad de la biosfera (sin biomas)
Impactos en la Biosfera
Biodiversidad
Impactos en la biosfera

Presentación sobre artes de pesca.
Powerpoint  residuos sólidos urbanos
3. INTRODUCCIÓN 
Toda la vida en la Tierra forma parte de un gran sistema interdependiente. Se interrelaciona con los componentes no vivientes del planeta y depende de ellos: la atmósfera, los océanos, el agua dulce, las rocas y el suelo. La Humanidad depende totalmente de esta comunidad de vida -de esta biosfera- de la que formamos parte. 

En el pasado remoto las acciones humanas eran insignificantes en relación con los procesos dominantes de la naturaleza. Ya no es así. La especie humana influye ahora sobre los procesos básicos del planeta, produciendo un creciente impacto sobre todos los sistemas terrestre, por supuesto, también en la biosfera. El ser humano llega hoy en día a todos los lugares, la mayor parte de los biomas se encuentran colonizados por el hombre. Sobre ellos se ejercen cambios y alteraciones, a veces poco apreciables, pero que pueden originar graves consecuencias. La destrucción del ozono, la contaminación mundial y el cambio del clima son testimonios de nuestro poder. 

El desarrollo económico es esencial para que los millones de personas que viven en la pobreza y padecen hambre y desesperanza puedan lograr un nivel de vida compatible con los derechos humanos más elementales. Debe estar centrado en las personas y basado en la conservación. A menos que se protejan la estructura, las funciones y la diversidad de los sistemas naturales del planeta -de los que dependen nuestra especie y todas las demás- el desarrollo se debilitará a sí mismo, y fracasará. 

La conservación de la biodiversidad es esencial ; conservar la biodiversidad no es sólo cuestión de proteger la vida silvestre en reservas naturales, sino también preservar los sistemas naturales de la Tierra, que son los sistemas que respaldan nuestra vida; purificar las aguas, reciclar el oxígeno, el carbono y otros elementos esenciales, mantener la fertilidad del suelo, proporcionar alimentos provenientes de la tierra, el agua dulce y el mar; fabricar medicinas, y salvaguardar la riqueza genética de la que depende la lucha incesante para mejorar nuestras cosechas y los animales que consumimos.  



4. IMPORTANCIA Y NECESIDAD DE LA BIODIVERSIDAD 

Algunos datos que justifican la necesidad de preservar la biodiversidad por parte del ser humano son los siguientes: 

Estabilidad y dinamismo de los sistemas terrestres. Los seres vivos: 
  • Intervienen en numerosos procesos biológicos (fotosíntesis, respiración, ciclos biogeoquímicos, descomposición y reciclaje de residuos, etc.) esenciales para el funcionamiento de la biosfera. 
  • Contribuyen a la formación del suelo y protección del litoral. 
  • Son muy importantes para luchar contra la erosión. 
  • Despliegan una actividad que es responsable, en buena medida, del origen del oxígeno atmosférico y de la regulación del clima. 
  • Han participado en la génesis del carbón y el petróleo en el pasado geológico, etcétera. 
Alimentación. Se han catalogado en torno a 75 000 especies vegetales con partes comestibles (algunas de ellas, enteramente comestibles como la Psophocarpus tetragonolobus, la judía alada de Nueva Guinea), de crecimiento rápido y de alto valor nutritivo. Sin embargo, en la actualidad apenas se utilizan como alimento una veintena de especies de plantas, entre las que se encuentran el trigo, el centeno y el arroz, que en su mayoría se cultivaban ya desde el inicio de la agricultura, en el Neolítico, hace aproximadamente 10000 años. 

Algo parecido ocurre con las especies animales (ganadería), aunque, en este caso, la explotación a que han sido sometidas por diversos motivos (comercio, creencias, destrucción de hábitats, caza furtiva, etc.) ha llevado a un gran número de ellas al borde de la extinción. 
Es también muy importante para el ser humano la aplicación de diversas especies de microorganismos (bacterias y hongos especialmente) en la fabricación industrial de alimentos, tales como el pan, el yogur, el queso y los derivados lácteos, y de bebidas, como el vino y la cerveza, entre otras. 

Obtención de fármacos. Con la ayuda de la moderna biotecnología, se ha conseguido producir antibióticos, vacunas, hormonas, enzimas, factores de coagulación de la sangre, interferón, etc. Los microorganismos más empleados en este campo son las bacterias Escherichia coli (forma parte de la flora microbiana intestinal de la especie humana) y las del género Streptomyces (muy abundantes en el suelo y productoras de más de la mitad de los antibióticos naturales conocidos). 

El ácido acetilsalicílico, hoy comercializado como aspirina, se obtuvo en 1889 a partir de la corteza del sauce (Salix sp.); la cardiotonina, sustancia reguladora del ritmo cardíaco, se extrae de la digital (Digitalis purpurea); dos potentes alcaloides contra la enfermedad de Hodgkin (tumor del sistema linfático) se obtienen de la pervinca, rosa originaria de Madagascar (Catharanthus roseus); el taxol, una droga anticancerosa, se extrae de la corteza del tejo americano... 
Conservación del patrimonio genético. Se asegura una mayor estabilidad frente a posibles cambios evolutivos futuros que podrían alterar nuestros ecosistemas. Además es una fuente potencial de genes para la bioingeniería, como, por ejemplo, mediante la transferencia de genes de bacterias nitrificantes a especies vegetales cultivadas se pretende crear plantas fijadoras de nitrógeno, capaces de crecer en medios pobres sin necesidad de fertilizantes. 

Fuente de ingresos. Actividades, como el ecoturismo, necesitan de zonas que han conservado su biodiversidad y, dado que las que se encuentran en mejor estado están en países no desarrollados, supone una posibilidad de ingresos no desdeñable. No es posible asignar un valor económico a la biodiversidad, dada su importancia en procesos indispensables para la vida humana. Quizá sea esta una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad en todo el mundo.

4.1 El valor de la diversidad 
La mera variedad de la vida tiene enorme valor. La diversidad de especies, ecosistemas y habitats bien diferenciados influye sobre la productividad y los servicios que brindan los ecosistemas 


La importancia de la diversidad es evidente en la actividad agraria. Durante generaciones se recurrió a una amplia gama de cultivos y animales de cría para estabilizar y promover la productividad. Reviste también extraordinaria importancia la diversidad genética que se encuentra en determinados cultivos. Ella brinda la victoria en la constante batalla evolutiva entre los cultivos y los animales de cría y las plagas y las enfermedades que hacen presa de los mismos. 

Los ganaderos y agricultores también se basan en la diversidad genética de los cultivos y los animales para aumentar el rendimiento y reaccionar frente a la variación de las condiciones ambientales, posibilidad incrementada con el desarrollo de la ingeniería genética. 

Con el tiempo, el mayor beneficio de la diversidad de vida corresponde a las posibilidades que brinda a la Humanidad de adaptarse frente a la variación del entorno local y mundial. El potencial desconocido de los genes, de las especies y de los ecosistemas constituye una frontera biológica inasequible de valor inestimable, pero ciertamente elevado. La diversidad genética permitirá adaptar los cultivos a nuevas condiciones climáticas. 

Para muchos, esas definiciones técnicas y cálculos económicos son eclipsados por fundamentos aún más esenciales. Las actitudes referentes a la biodiversidad y el respeto que las personas muestran por otras especies se ven influidos poderosamente por valores morales, culturales y religiosos. Ello no es sorprendente. La biodiversidad guarda relación estrecha con la diversidad cultural: las culturas humanas son modeladas en parte por el entorno vital, sobre el que a su vez ellas influyen, y esa conexión ha ayudado poderosamente a determinar los valores culturales. La mayoría de las religiones del mundo enseñan el respeto por la diversidad de la vida y la preocupación por su conservación. De hecho, la diversidad de la vida es el telón de fondo contra el cual la cultura misma languidece o prospera 


5. PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD 

En la actualidad nuestro planeta presenta la una gran Biodiversidad, tras haber sufrido grandes oscilaciones, como las cinco grandes extinciones, acaecidas en los momentos finales del Ordovícico, el Devónico, el Pérmico, el Triásico y el Cretácico. Sin embargo, a pesar de que la transformación de los ecosistemas y la desaparición de especies son procesos naturales, se constata que las actividades humanas están acelerando la destrucción de hábitats y la extinción de numerosas especies de organismos (mucho mayor que el ritmo mostrado por el registro fósil) procesos que son irreversibles (se estima que el 99 % de las especies que se extinguen actualmente lo son por causas antrópicas), de hecho, muchos científicos afirman que actualmente nos enfrentamos a una sexta extinción de especies comparable a las extinciones masivas ocurridas a lo largo de la historia del planeta. 



Una aproximación a la magnitud del problema puede proporcionarla el índice del planeta viviente (LPI, Living Planet Index), que es un indicador de presión sobre el medio ambiente, establecido por el PNUMA en colaboración con el WWF, con el que se mide el grado de pérdida de la biodiversidad. Para elaborarlo se observó la evolución del número de especies de animales conocidas respecto a las que había en 1970, año en el que comenzó el estudio, procedentes de diferentes ecosistemas. Hasta 2008, los resultados fueron: 



 El índice del Planeta Viviente se calcula por el valor medio de los distintos porcentajes anteriores, resultando una tasa de extinción en dicho año del 30%, es decir, más de la cuarta parte del total de especies registradas. 

El número de extinciones de especies documentadas en el último siglo es reducido en comparación con las que se prevén para las décadas próximas. Esta diferencia se debe en parte a la aceleración del ritmo de destrucción del habitat de las últimas décadas, pero también a la dificultad de documentar la extinción. La gran mayoría de las especies aún no han sido descritas, y muchas pueden desaparecer antes de que la Ciencia siquiera las conozca. Además, en general las especies no se declaran extinguidas sino años después de que hayan sido vistas por última vez, por lo cual las cifras de extinción documentadas son sumamente prudentes. Por último, algunas especies cuya población se reduce por pérdida del habitat por debajo del nivel necesario para su supervivencia a largo plazo pueden persistir durante varias décadas sin esperanza de recuperación a medida que su población se reduce, como “muertos en vida”. 

La pérdida del habitat no sólo precipita la extinción de las especies, sino que provoca por sí misma pérdida de la biodiversidad. En muchos países es relativamente escasa la vegetación natural que no ha sido tocada por la mano humana (los bosques de la cuenca del Mediterráneo cubrieron probablemente en una época una superficie diez veces mayor que la actual). 

La extraordinaria pérdida de especies y ecosistemas encubre amenazas igualmente grandes e importantes a la diversidad genética, la cual puede poner en peligro a la agricultura. Es difícil estimar el deterioro que ya ha sufrido la base genética, pero a partir de los años cincuenta la propagación de las variedades modernas de la “Revolución Verde” de maíz, trigo, arroz y otros cultivos ha reducido gravemente las variedades nativas (por ejemplo, en Indonesia se extinguieron en quince años 1500 variedades de arroz; en Bangladesh aproximadamente el 62% de las variedades de arroz provienen de una misma planta madre). Las repercusiones de esas pérdidas sobre la diversidad genética suelen registrarse rápidamente; la similitud genética de las variedades cultivadas estuvo detrás de episodios como la hambruna de Irlanda en el siglo XIX (patata). 

Los seres humanos extraemos recursos de la biosfera. En ocasiones, las técnicas de extracción no son sostenibles, además, la mala gestión de los residuos generados produce efectos negativos sobre la biocenosis que pueden conducir a la extinción de especies y a la desaparición de ecosistemas a nivel global. 


6. CAUSAS Y MECANISMOS DE LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD 

El actual deterioro de la biodiversidad proviene de causas directas e indirectas. Los mecanismos directos incluyen el deterioro y la fragmentación del habitat, la invasión de especies introducidas, la sobreexplotación de los recursos vivientes, la contaminación, el cambio del clima mundial y la agricultura y forestación industrial. Pero esas no son las causas raigales del problema. El empobrecimiento biótico es una consecuencia casi inevitable del uso y el abuso del medio ambiente realizado por la especie humana en el curso de su ascensión hacia una posición dominante. 

 

6.1. Causas del deterioro de la biodiversidad 
Se consideran seis causas básicas del deterioro de la biodiversidad - 

La aceleración insostenible del crecimiento de la población y del consumo de los recursos naturales. A medida que aumentan las cifras de la población mundial y se desarrollan nuevas tecnologías, la humanidad ha ido absorbiendo una proporción cada vez mayor de los recursos de la Tierra. Las personas consumen, desvían o destruyen, según se estima, el 39% de la productividad de la tierra proveniente de plantas, algas y bacterias que realizan la fotosíntesis, fuente básica de la energía disponible prácticamente para todos los sistemas vivientes. 

Un espectro cada vez más reducido de productos agrícolas, forestales y pesqueros comercializados. Los productores ahora se especializan en los relativamente pocos cultivos que les brindan ventajas en una economía mundial. 
A medida que disminuye el número de especies de cultivos se reduce las bacterias que fijan nitrógeno, los micorrizomas, los depredadores, los polinizadores, los dispersores de semillas y otras especies que se propagaron durante siglos junto con los sistemas agrícolas tradicionales, se van extinguiendo. El uso de fertilizantes, plaguicidas y variedades de alto rendimiento para lograr el máximo de producción y de ganancias a corto plazo exacerba ese deterioro. 
En las zonas forestales, la acelerada y total transformación de los bosques (a menudo sustituidos por monocultivos comerciales) es generalizada. 
Análogamente, los grandes mercados mundiales han promovido el desarrollo de lo que podría llamarse pesca exhaustiva. Las redes de arrastre de monofilamentos, por ejemplo, capturan y derrochan enormes cantidades de las especies buscadas, y un enorme número de capturas incidentales. 

Sistemas y políticas económicas que no atribuyen su debido valor al medio ambiente y a sus recursos. Muchas transformaciones de sistemas naturales, como la conversión de los bosques o humedales a tierras dedicadas a la agricultura y pasturas son económica y biológicamente ineficientes. Se producen en parte debido a la urgente necesidad de tierra de cultivo, sin tener en cuenta en qué medida éste es sostenible, y en parte debido a que el habitat natural generalmente no tiene el mismo valor económico. 

Desigual distribución de la propiedad, la gestión y el flujo de los beneficios del uso y la conservación de los recursos biológicos. En la mayoría de los países la propiedad y el control de la tierra y los recursos bióticos y todos los beneficios que confieren se distribuyen por vías que deterioran la biodiversidad y la posibilidad de sostener la vida. La acelerada destrucción de las especies y habitats constituye la norma en muchos países en que una minoría de la población posee o controla la mayor parte de la tierra. Unos pocos obtienen rápidos beneficios de una tala excesiva de los bosques o una pesca exagerada, en tanto que las comunidades locales que dependen de la producción continua de los recursos pagan el precio. 
Un segundo problema proviene de la concentración del control de los recursos y la responsabilidad de las decisiones de política ambiental básicamente en las capitales. En muchas el medio rural (especialmente la mujeres en muchos países) maneja el medio ambiente y posee conocimientos mucho mayores del valor de la biodiversidad para la agricultura y la salud. 
Un tercer problema se refiere a que las políticas y prácticas de comercio internacional, crédito y transferencia de tecnología promueven iniquidades que se parecen—y a menudo refuerzan—las que se producen dentro de un mismo país; existe un balance neto de transferencia de riqueza desde los países no desarrollados a los países desarrollados. Si los países en desarrollo siguen sin tener acceso a los mercados, se ven privados del acceso a la tecnología, y abrumados por la deuda, carecerán de los medios e incentivos para conservar sus recursos para el futuro. 

Insuficiencia de conocimientos y fallas de la aplicación de los mismos. Los científicos todavía no conocen adecuadamente los ecosistemas naturales y sus innumerables componentes. Esta ignorancia se ve agravada por la destrucción de las culturas que poseen un saber tradicional sobre la naturaleza. Aun cuando exista el conocimiento, no afluye eficientemente a los responsables de tomar decisiones, que en consecuencia en muchos casos no elaboran políticas que reflejen los valores científicos, económicos, sociales y éticos de la biodiversidad. 

Sistemas jurídicos e institucionales que promueven una explotación no sostenible. Muchas instituciones nacionales e internacionales operan conforme a líneas sectoriales rígidas, mientras las realidades ecológicas y económicas requieren un enfoque intersectorial y muchas instituciones ambientales son pequeñas y poseen escasos recursos. 



6.2. Mecanismos de deterioro de la biodiversidad 
6.2.1. Deterioro y fragmentación del hábitat 
La superficie de los ecosistemas relativamente no perturbados se redujo extraordinariamente en las últimas décadas a medida que aumentaban la población y el consumo de los recursos. El 98% de los bosques tropicales secos de la costa del Pacífico centroamericana han desaparecido. Tailandia perdió el 32% de sus manglares entre 1961 y 1985, y prácticamente ninguna parte del resto está exenta de perturbaciones. En los ecosistemas de agua dulce, las represas han destruido grandes sectores del habitat de los ríos y arroyos. En los ecosistemas marítimos, el desarrollo costero ha eliminado comunidades de los arrecifes y comunidades próximas a las costas. En los bosques tropicales, una de las principales causas de deterioro de los mismos es la expansión de la agricultura marginal, aunque en determinadas regiones la producción comercial de madera puede causar un problema todavía mayor. 3.2.2. Cambios en los usos del suelo La explosión demográfica, la migración de la población del campo a la ciudad, la urbanización y la expansión de grandes infraestructuras y vías de comunicación producen el deterioro y fragmentación de los hábitáts, impidiendo el desarrollo y la adecuada expansión de las especies en sus territorios. Además, ciertas actividades de extracción de recursos, como la minería a cielo abierto y otras grandes infraestructuras humanas, ocasionan impactos en el territorio, a veces irrecuperables. También los usos recreativos en el medio natural, cuando son incontrolados, pueden causar graves alteraciones de los ecosistemas. 

6.2.3. Contaminación atmosférica, marina y del suelo 
Las actividades humanas generan residuos que pasan al medio natural (agua, suelo, atmósfera). Estos residuos producen problemas sociales y medioambientales. De ellos, cabe destacar aquellos residuos tóxicos propensos a la bioacumulación, como los metales: el arsénico, plomo o mercurio. 

La bioacumulación es el proceso de acumulación de determinadas sustancias químicas que tienden a quedar “fijadas” al organismo, alcanzando concentraciones más elevadas que las del medio ambiente. Estas sustancias alcanzan concentraciones crecientes a medida que se avanza en el nivel trófico en la cadena alimenticia. Esta bioacumulación puede ser más intensa en organismos tipo filtrador (como bivalvos), ya que su alimentación se basa en un filtrado continuo de los elementos presentes en el medio. 



La contaminación del suelo reviste una especial importancia, ya que la pérdida de suelo no se puede regenerar, además, en muchas ocasiones, las sustancias contaminantes llegan a infiltrarse hasta acuíferos subterráneos, llegando a alterar también el ciclo del agua. 

El calentamiento global desencadena cambios climáticos que están ocasionando destrucción de ecosistemas, no sólo en las regiones polares, sino también en diversos lugares del planeta, donde muchas plantas y animales están ya alterando sus ciclos reproductivos, que dependen de la luz y la temperatura. Pequeños cambios de temperatura pueden desestabilizar los ecosistemas variando sus biocenosis. 

6.2.4 .Explotación excesiva de especies de plantas y animales 
6.2.4.1. Agricultura y ganadería intensivas 
  • La agricultura y la ganadería intensivas son mayoritarias en los países desarrollados. La concentración de la población en las ciudades y el incremento creciente de la demanda de alimentos han obligado a dar prioridad a este tipo de actuaciones, que se caracterizan por una alta producción a toda costa, descuidando los impactos ambientales y sociales derivados de ellas. 
  • Se suele producir una mala gestión del agua, con grandes pérdidas en las conducciones, y sobreexplotación de los acuíferos. 
  • La agricultura intensiva produce residuos tanto por envases y plásticos, como la dispersión de herbicidas y plaguicidas tóxicos, que terminarán contaminando acuíferos. En el caso de la ganadería este problema lo representa la acumulación de excrementos (estiércol, purines,…) 
  • El abuso de abonos produce eutrofización de las aguas donde finalmente se depositan, incrementando las poblaciones de algas y, finalmente, los microorganismos, que consumen el oxígeno del lugar. 
  • Estas técnicas ocasionan perjuicios en los suelos, tales como erosión y, salinización, anegamiento y desertización, causando a su vez un impacto paisajístico negativo. 
  • Para aumentar la superficie cultivable se realiza la tala o quema de bosques (deforestación) que, si se realiza en laderas pronunciadas, provocan además la pérdida de suelo. 
  • La maquinaria pesada y las largas cadenas de transporte y distribución contribuyen además a incrementar el calentamiento global, por la utilización de combustibles fósiles. 
  • El abuso de monocultivos (a veces modificados genéticamente) sustituye a variedades silvestres, disminuyendo la biodiversidad. En el caso del ganado, este fenómeno está representado por la reducción del número de razas en todo el planeta 
  • Incremento de la contaminación por partículas, especialmente en climas secos, por roturación excesiva, que deja al suelo más susceptible de ser arrastrado por el viento. 
  • La dedicación de grandes superficies (algunas de ellas con gran biodiversidad) para el monocultivo de forrajes para el ganado 

6.2.4.2. Deforestación 
La deforestación es la pérdida de masa forestal debido principalmente a la actividad humana. Los bosques producen importantes beneficios medioambientales a nivel global. Las masas forestales intervienen de forma positiva en el ciclo del agua, en la composición atmosférica, evitan la pérdida de suelo… Todos estos efectos permiten el desarrollo de una gran biodiversidad, por lo que su destrucción es un problema de gran importancia. 



Desde el comienzo de la agricultura hasta hoy los bosques han disminuido considerablemente, sobre todo en los últimos cincuenta años, hasta reducirse a un tercio de su superficie original. Los bosques templados, más ricos para la agricultura, han sido los más esquilmados. A su deterioro también ha contribuido la lluvia ácida. En los trópicos se han perdido la mitad de los recursos forestales. El 50% de la madera del planeta proviene de estos bosques. 




Las causas principales de deforestación son: 
Las actividades agrícolas, ganaderas y de explotación forestal, cuando se desarrollan de modo intensivo, demandan grandes extensiones de terreno. El suelo, tras su explotación, suele terminar siendo improductivo y sin la posibilidad de reimplantación de las especies autóctonas originales en la zona, que desaparecen cuando se altera su ecosistema. 

Las técnicas forestales inadecuadas: 
  • Excesiva repoblación con especies no autóctonas de rápido crecimiento (ej. Eucaliptus) que esquilman el suelo. 
  • Sustitución de bosque por vegetación no forestal. 
  • La apertura de caminos y pistas forestales. 
  • El excesivo desbroce del sotobosque. 
  • El uso de maquinaria pesada y vehículos todoterreno que compactan el suelo o lo descarnan. 
  • Las talas a matarrasa (eliminación total de árboles de la zona explotada) sin posterior repoblación (Africa y otras pluvisilvas). 
Otra causa de deforestación en las selvas tropicales es la fuerte explotación por la demanda de maderas exóticas. Cuando se han esquilmado muchas de estas especies tropicales, estos ecosistemas han sido sustituidos por plantaciones de palmeras, para producir aceite de palma. 
Otro de los agentes más peligrosos que causan deforestación son los incendios forestales, sobre todo cuando ocurren de forma reiterada, pues terminan destruyendo el suelo. Se ven favorecidos por diversas causas, como: 
  • El abandono de los usos tradicionales del bosque (leña, pastoreo), que favorece la acumulación de vegetales secos que aumentan el riesgo de incendios.
  • Incendios provocados para favorecen un cambio en los usos del suelo (especulación).
  • La quema de rastrojos, realizada sin precaución y en épocas secas. 
El problema de los incendios forestales es nuestro país es muy importante. Al impacto económico (pérdida de madera, corcho) hay que añadir el impacto ecológico: rotura del equilibrio, destrucción de la cubierta vegetal, degradación del suelo, contaminación de los recursos hídricos, etc. Los terrenos deforestados por los incendios se erosionan fácilmente (pérdida de la capacidad reguladora de la escorrentía) y esto dificulta la recuperación del bosque. La erosión del suelo produce inundaciones, colmatación de embalses, etc. Para reducir los daños de los incendios forestales, todos los países mediterráneos ponen en marcha medidas de prevención, predicción, detección y extinción. 

Enfermedades y sequías. 
Otros impactos, como: 
  • Los desmontes, tala de árboles o movimientos de tierra en explotaciones mineras, especialmente a cielo abierto. 
  • Los plaguicidas y fertilizantes pueden contaminar las aguas y el suelo. 
  • Industrias que producen emisiones de dióxidos de azufre y nitrógeno, provocando la lluvia ácida, tan dañina para la vegetación (bosques del norte y centro de Europa). 
Desarrollo urbano: obras públicas. 
6.2.4.3. Sobreexplotación pesquera 
Durante años, los océanos han sido usados para abastecernos de recursos pesqueros y como grandes vertederos en los que los residuos “desaparecían tragados por el mar”; todo ello, sin ser conscientes de los efectos directos e indirectos que estas acciones tenían para el medio marino. En la actualidad, hay una mayor conciencia de las consecuencias de este mal uso, que ha conducido a la desaparición de especies de sus regiones de pesca tradicionales. 


Junto a la contaminación y al cambio climático, la pesca incontrolada, usando en ocasiones técnicas de pesca agresivas con los fondos, ha hecho que los caladeros de pesca sufran una gran presión, próximos a superar, o ya superado, su nivel de sostenimiento. Características de este tipo de pesca son: 
  • Uso de nuevas técnicas exploratorias (sónar) que permiten la localización de bancos de peces o cardúmenes con mayor facilidad. 
  • La demanda de pescado aumenta año tras año. Todo lo cual hace que el uso racional de este recurso alimenticio deba ponerse en práctica desde ya mismo si no se quiere esquilmar los caladeros de pesca, agotar los bancos y destruir las cadenas tróficas. 
  • El aumento del número de "descartes" (capturas involuntarias como tortugas, delfines, inmaduros...) por uso de técnicas no selectivas, entre las que destaca la pesca de arrastre, que barre los fondos oceánicos destruyendo todo a su paso capturando todo tipo de ejemplares, sin discriminar especies (sean aprovechables o no) ni madurez de los ejemplares capturados. 
La sobreexplotación de los recursos pesqueros y la contaminación por vertidos de residuos de todo tipo (petróleo, organoclorados, metales pesados, aguas residuales, etc.) están llegando a plantear problemas de desarrollo  sostenible en los caladeros que, aunque los mares son muy extensos y ricos en vida, esta, están concentrados en relativamente pocos lugares. 

En la actualidad la sobreexplotación ha esquilmado algunos caladeros, especialmente los del Mediterráneo y Atlántico, ya que los barcos pesqueros han adquirido mayor autonomía y permanecen fuera de puerto prácticamente todo el año (se relevan las tripulaciones) por lo que la pesca ha ido disminuyendo. Los pescadores obtienen especies que ocupan un nivel trófico inferior, lo cual altera las cadenas tróficas disminuyendo la productividad de los ecosistemas. 

Para tratar de paliar estos problemas se han desarrollado técnicas de pesca extractiva en explotaciones de acuicultura (en la actualidad suponen un 20 % del total extraído), pero ha generado otros problemas como: 
  • Destrucción de la mitad de los manglares del mundo debido a la cría del camarón 
  • Fomento de la pesca de biomasa con redes muy finas para capturar alimento para los camarones 
  • Privación a los pescadores de las zonas costeras que requieren para su propia supervivencia. 


6.2.5. Introducción de especies exóticas 
Debido a la globalización y a la frecuencia y velocidad del transporte de mercancías, son muchas las especies que son introducidas en nuevos hábitats, por diversos motivos: 
  • Aprovechamiento económico (eucalipto) 
  • mascotas que son liberadas al medio cuando crecen (galápago de Florida, diversas especies de loros en ciertas ciudades, como Málaga). 
  • acompañantes indeseadas (parásitos) de especies útiles (el “picudo rojo”, que está destruyendo muchas palmeras).
  • traídas para su aprovechamiento y liberadas accidentalmente al medio (cangrejo de río americano, visón americano, alga Caulerpa taxifolia) o a propósito (pez siluro en el pantano de Mequinenza) 
  • en el caso de los barcos de mercancías, fauna que se traslada adherida a sus cascos (mejillón tigre, Caulerpa racemosa). 
Estas nuevas especies ponen en peligro el equilibrio de la biodiversidad de la zona, ya que compiten con especies locales a las que pueden terminar desplazando y eliminando, acompañado de degradación de los hábitats invadidos y, finalmente, contribuyendo a la homogeneización del paisaje,. 




7. CONSECUENCIAS DE LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD 

El actual ritmo de explotación, por el cual se extraen y necesitan toda clase de recursos de la Biosfera ha ido provocando una paulatina y creciente pérdida de biodiversidad en nuestros ecosistemas, con destrucción de distintos hábitats, extinción de especies, aislamientos geográficos que impiden el normal flujo de genes,... 
Aunque se vive en una sociedad tecnológica, en la que en muchas ocasiones se desconoce el origen de los alimentos que se consumen, dependemos de los demás animales y plantas para comer, curarnos, vestirnos, construir y amueblar nuestras casas, en resumen, dependemos de la biodiversidad para nuestra supervivencia. 
El calentamiento global y la desaparición de ecosistemas y especies en todo el planeta están ya amenazando la supervivencia de millones de personas en el mundo. 

Algunas de las consecuencias de la pérdida de biodiversidad son las siguientes: 

Regresión de los ecosistemas. Los ecosistemas más evolucionados presentan una mayor variedad de especies. Cuando sufren agresiones y desaparecen algunas de ellas, las cadenas tróficas se desestabilizan, tendiendo los ecosistemas hacia una mayor simplicidad, alejándose de su estado de clímax. - 

Reducción del número de especies. La destrucción y regresión de los ecosistemas no hacen posible la supervivencia de muchas especies. Además de este efecto indirecto, la acción humana contribuye de forma directa de diversas maneras, como: 
  • Eliminación de especies originales para destinar el suelo para agricultura y ganadería, acentuado por los monocultivos. 
  • Los usos del territorio (ocupación urbana, embalses) y la fragmentación (creación de “fronteras”, como líneas de ferrocarril) han eliminado a muchas especies y otras están amenazadas. 
  • Uso indiscriminado de biocidas que dañan a muchas especies no competidoras con humanos y se acumulan en cadenas tróficas (caso histórico: D.D.T.). 
  • La contaminación por acumulación de sedimentos o materia orgánica daña los arrecifes marinos. + La pesca indiscriminada elimina muchísimos individuos, algunos en peligro (Tortugas...). 
  • Caza o captura de algunos animales puede llevarlos a la extinción, bien directamente (a punto: rinocerontes,; extinguidos: moas, dodo), bien indirectamente al eliminar sus presas (lince ibérico). 
  • La introducción de especies exóticas para producción, por accidente o como mascotas. 
Desaparición del patrimonio genético. La genética es una disciplina relativamente reciente, aunque los conocimientos actuales nos permiten confirmar la importancia de conservar esa información genética. La biodiversidad genética debe ser conservada para el futuro, ya que la desaparición de especies, la pérdida de variedades silvestres por hibridación y la creciente incorporación de cultivos transgénicos están suponiendo un grave riesgo para la variedad genética de la biosfera. 
La reducción de la dotación genética de una especie puede ocurrir por reducción de la población a unos pocos ejemplares, por un largo proceso de endogamia (el guepardo) o por selección artificial de unas pocas variedades por sus especiales cualidades. En todos los casos el principal problema radica en que las especies implicadas tiene reducida su variabilidad genética, dificultando su capacidad de reacción evolutiva frente a cambios del medio, tanto 
físicos como de aparición de nuevas amenazas biológicas, como depredadores o parásitos.
La biodiversidad es un recurso importante


Mapa de la biodiversidad mundial


8. MEDIDAS PARA CONSERVAR LA BIODIVERSIDAD 

Además de la necesidad de asegurar nuestra supervivencia, debemos valorar las razones éticas por las cuales se debe respetar a los demás seres vivos, y preservar para las generaciones futuras al menos los mismos recursos que disponemos actualmente. 

Para dar resultado, las medidas de conservación de la biodiversidad deben referirse a toda la gama de causas de su actual deterioro y aprovechar las oportunidades los genes, las especies y los ecosistemas para un desarrollo sostenible. Como la meta de la conservación de la biodiversidad es tan amplia, toda estrategia de conservación de la biodiversidad debe ser de amplios alcances. Pero la campaña puede simplificarse en tres elementos básicos: salvar la biodiversidad, estudiarla y usarla en forma sostenible y equitativa. 

Los limitados recursos con que se cuenta para la conservación deben ser enfocados estratégicamente de modo de aprovechar las oportunidades que tiendan a ofrecer los mayores beneficios en materia de conservación; son cinco los objetivos estratégicos clave:
  • Elaboración de marcos de políticas nacionales e internacionales que promuevan el uso sostenible de los recursos biológicos y el mantenimiento de la biodiversidad. 
  • Crear condiciones e incentivos de una conservación efectiva por parte de las comunidades locales. 
  • Deben reforzarse y aplicarse más ampliamente los mecanismos de conservación de la biodiversidad. 
  • Reforzar en gran medida la capacidad humana de conservación y uso sostenible de la biodiversidad, especialmente en los países en desarrollo. 
  • Catalizar a través de la cooperación internacional y la planificación nacional. 
Algunas medidas adecuadas, a nivel general, para evitar la pérdida de la biodiversidad son: -
  • Conservación “in situ": implica la conservación de los ecosistemas y habitats naturales, así como el mantenimiento y recuperación de poblaciones en sus entornos naturales. También la conservación de especies domesticadas y cultivadas en aquellos entornos en los que hayan desarrollado sus propiedades específicas. Estos mecanismos de conservación se ponen en marcha a través de: 
    • Establecer una serie de espacios protegidos: 
      • Figuras de ámbito nacional y regional: Parques Nacionales, Parques Naturales, Parajes Naturales, Reservas Naturales, Monumentos Naturales, Parques Periurbanos y Reservas Naturales Concertadas.  
      • Otros ámbitos de protección Internacional: Reservas Marinas y ZEPIMs (Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo), Red de Reservas de la Biosfera y Convenio RAMSAR sobre los Humedales. 
    • Creación de corredores ecológicos para evitar la fragmentación de los hábitats. Hasta ahora se venían protegiendo zonas aisladas. 

 
  • Conservación "ex situ": consiste en conservar, recuperar y rehabilitar fuera del entorno natural a las especies amenazadas para luego reintroducirlas: 
    • Creación de bancos de genes y semillas que garanticen la supervivencia de las especies amenazadas hasta que puedan ser utilizadas o reintroducidas en sus hábitats naturales. 
    • Planes de investigación.
    • Instalaciones adecuadas. 
  • Decretar y respetar las leyes promulgadas específicamente para la preservación de las especies y de los ecosistemas. El Convenio CITES (Convenio Internacional de Especies en Peligro) de la ONU ha elaborado una lista en la que se incluye la prohibición total de comerciar con las más de 800 especies que se encuentran en peligro de extinción. Además, incluye otras 29000 catalogadas como especies amenazadas. 
  • Acuerdos internacionales para la protección de la biodiversidad. En la actualidad existen muchos acuerdos internacionales encaminados a la protección de la biodiversidad, cada vez de un modo más global. 
    • El fomento del ecoturismo (turismo ecológico) en el que se valora ante todo conservación de la naturaleza. 
    • Adopción de medidas correctoras que palíen o eliminen las causas de pérdida de biodiversidad. 
    • Educación ambiental.

8.1. Medidas correctoras 
8.1.1. Generales 
  • Disminución de presión sobre la biosfera 
  • Sustitución de eslabones elevados de la cadena trófica por otros más bajos. Esto permite aumentar la energía y se consumen menos recursos 
  • Mejora de rendimientos agrícolas que permitan liberar terreno, reducir el consumo de agua y utilizar menor cantidad de biocidas. 
8.1.2. Cambios en los usos del suelo 
Son necesarias medidas que eviten esta problemática: 
  • Una adecuada gestión de los usos del suelo, promoviendo un desarrollo sostenible, en el que se valore el impacto ambiental de cada actividad, considerando la estabilidad futura del medio natural. 
  • La ordenación del territorio y de la vivienda. 
  • Adoptar medidas de recuperación y protección de los espacios naturales para evitar su deterioro y asegurar su conservación. 
8.1.3 Agricultura y ganadería intensivas 
Para evitar estos inconvenientes es necesario adoptar medidas y alternativas para una producción de alimentos más sostenible que, básicamente, coincide con practicar los principios de la agricultura y la ganadería ecológicas, respetuosas con el medio ambiente. 
  • Reducir el consumo excesivo de carne en los países desarrollados, compensando esta disminución con otros alimentos ricos en proteínas como huevos, leche o sus derivados y basando la alimentación fundamentalmente en productos vegetales. 
  • Diversificación de las cosechas y la rotación de los cultivos, usando variedades más resistentes y productivas. 
  • Conservación del suelo y del agua, mejorando los sistemas de regadío y las técnicas de cultivo. 
  • Investigación y uso de herbicidas, pesticidas y fertilizantes no químicos, que no dañen el equilibrio del suelo y permitan altos niveles de rendimiento. 
  • Implantación de técnicas que permitan reducir o eliminar el uso de combustibles fósiles. 
  • Uso de residuos y desechos procedentes del propio sistema de producción alimentaria para reciclar los nutrientes minerales, evitar la polución y la necesidad de fertilizantes químicos. 
  • Investigación, fomento y aplicación de técnicas agrícolas sostenibles, ecológicas y de bajo coste. 
  • Recuperación de prácticas agrícolas tradicionales que cumplan los requisitos anteriores, primando la conservación del suelo y del agua sobre la productividad como fin último. 
  • Implantación de métodos de producción y comercialización que tengan por objeto ofrecer alimentos frescos y de alta calidad, potenciando las denominaciones de origen, las razas autóctonas y los cultivos tradicionales. 
  • Equilibrar la práctica de la ganadería intensiva y extensiva, tratando de recuperar los pastizales degradados. 
  • Aumentar la calidad y producción ganadera mediante ingeniería genética. 
  • Reducir la carga ganadera para evitar la compactación del terreno y el sobrepastoreo. 
  • Fomentar el asentamiento de la población rural. -
  • Realización de programas educativos para informar y educar a los consumidores sobre los beneficios de los alimentos producidos orgánicamente. 
  • Fomentar iniciativas para fomentar la producción casera y local de alimentos usando jardines y agricultura urbana. 
Magnitud del impacto sobre áreas continentales


8.1.4. Deforestación 
  • Aumentando la eficiencia de las industrias madereras. - Disminuyendo el uso del papel y aumentando su reciclado. 
  • Aumentando la plantación de bosque de alto rendimiento, destinado a producir para el consumo humano. 
  • Buscando alternativas de empleo de los bosques, buscando la recolección de productos como alimentos, medicinas, etc. 
  • Realizando una explotación sostenible de la madera, mediante clareos o entresaca y no una eliminación total de los árboles (matarrasa).
  • Reforestando adecuadamente con especies autóctonas. 
  • Desarrollando normativa que proteja los montes. 

Evolución de la deforestación


8.1.5. Sobreexplotación pesquera 
La Convención de la ONU sobre los Derechos del Mar (1982), que no fue ratificada por 22 países (EEUU, antigua URSS, Gran Bretaña, Alemania ...) establecía que: “los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo más allá de los límites de la jurisdicción nacional son "Patrimonio común de la Humanidad, que todos tienen derecho a utilizar y obligación de proteger.”




Medidas que se pueden adoptar para preservar este patrimonio común son: 
  • Descenso de la presión sobre las especies: 
    • Disminución del esfuerzo pesquero: 
      • Limitar el número y tipo de barcos. 
      • Establecer periodos de faena. 
    • Aplicar cuotas de pesca, con restricciones de capturas y reducciones de topes, establecer lo que cada país puede pescar. 
    • Promover periodos de recuperación, como paradas biológicas, para que se recuperen las poblaciones en peligro de extinción o periodos de veda, especialmente en época reproductora. 
  • Fomentar la pesca selectiva 
    • Controlar el tamaño de las redes 
    • Legislar el tamaño mínimo de los ejemplares capturados. 
    • Fomentar la pesca con cebo y prohibición de artes de pesca muy destructivas 
  • Limitación de zonas de pesca, excluyendo las áreas especialmente vulnerables (zonas re reserva). 
 
  •  Incrementar el número de piscifactorías con especies que sean consumidoras primarias. 

8.1.6 Disminución del número de especies 
Se pueden adoptar numerosas medidas, entre ellas: 
  • Crear zonas de reserva (Parques nacionales, reservas de biosfera...), siguiendo los siguientes criterios: 
    • Tener una extensión suficiente, para albergar una biodiversidad suficiente. 
    • Preferentemente en territorios de gran diversidad biológica. 
    • Tratar que estén representados todos los ecosistemas terrestres, dulceacuícolas o marinos. 
    • Permitir el desarrollo de ecosistemas en terrenos libres de uso agrícola, como setos entre campos. 
  • Reducir los monocultivos y fomentar la variedad de usos del suelo 
  • No desecar los humedales y hacer un uso eficiente del agua, que libera agua para ecosistemas de aguas continentales. 
  • Disminuir el uso de biocidas inespecíficos. 
  • Desarrollar bancos de semillas o genéticos, jardines zoológicos y botánicos para tratar de preservar y, en su caso reintroducir en su medio, especie en vías de extinción. 
  • Control del tráfico de especies, especialmente las que están en peligro de extinción. 


8.2 Educación ambiental
La Educación Ambiental, (EA) trata de educar al individuo que sea amigable con su medio ambiente, tomando conciencia y aportando soluciones pertinentes a los problemas ambientales actuales, permitiendo de esta forma el desarrollo sostenible. 



Los objetivos de la educación ambiental a nivel mundial son: 
  • Adquirir mayor sensibilidad y conciencia sobre el cuidado del medio ambiente, creando soluciones viables para el mantenimiento óptimo del mismo. 
  • Aumentar la comprensión básica del medio ambiente en su totalidad. 
    • Distinguir las causas que alteran el ambiente 
    • Identificar la interacción entre los factores naturales y la intervención humana.
    • Reconocer la importancia del impacto que ejercen los diferentes modelos económicos en el ambiente. 
  • Adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente. 
  • Adquirir las habilidades necesarias para resolver los problemas ambientales. 
  • Capacidad de evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, sociales, estéticos y educativos. 
  • Desarrollar el sentido de responsabilidad y tomar conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto. Estrategias 
Con el fin de llevar con éxito los programas de educación ambiental (así mismo cumplir eficazmente los objetivos), es recomendable llevar a cabo las siguientes estrategias: 
  • Trabajo conjunto entre los diferentes sectores (privado y público) y las organizaciones de la sociedad civil involucradas en el tema ambiental. 
  • Inclusión de la educación ambiental en la educación formal y no formal: en la educación formal en los currículos o de la educación básica, media y superior. En la educación no formal, por proyectos de educación ambiental (jornadas de sensibilización, charlas, celebración de días de importancia ambiental,…). 
  • Participación ciudadana: se busca educar a la ciudadanía en su conjunto para fomentar su participación en los espacios de decisión para la gestión sobre intereses colectivos. 
  • Investigación: permite la comprensión y la solución, a través de un conocimiento más profundo, de los problemas ambientales, buscando las causas y los efectos que estas generan. 
  • Formación de educadores ambientales, necesarios para el desarrollo de la educación ambiental. - Diseño, implementación, apoyo y promoción de planes y acciones de comunicación y divulgación.

ANIMACIONES
   

CUESTIONES
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9. INTRODUCCIÓN A LOS RESIDUOS

La producción de desechos es una fase más dentro del funcionamiento de los sistemas naturales; pero, debido a su incorporación en los ciclos de materia y en el flujo de energía, son constantemente reutilizados y no originan residuos: “los desechos de unos son aprovechados por otros”. Sin embargo, cuando el equilibrio se rompe como consecuencia de una producción enorme de estos, de forma que los ciclos naturales no pueden integrarlos, aparece el grave problema que se plantea en la actualidad con los residuos generados por la actividad humana, sobre todo en los países desarrollados, que tienen elevada actividad industrial y un gran consumo de productos. 

La cantidad y el tipo de residuos que un país genera es un indicador de su relación con el medio ambiente y, por tanto, del grado de sostenibilidad de su forma de vida. 

Hace algunos años la producción de residuos no constituía un grave problema ambiental, puesto que se prolongaba la vida útil de los productos que se consumían, y al final se reutilizaban. Es a partir de la segunda mitad del siglo xx cuando en los países desarrollados se instala la cultura de “usar y tirar” que fomenta el consumo de productos, a veces no tan necesarios, que ha llevado a un incremento en la cantidad de residuos generados y a uno de los más graves problemas ambientales. Actualmente, y con el fin de alcanzar un desarrollo sostenible en materia de residuos, se introduce la cultura de las «tres erres»: Reducir, Reutilizar y Reciclar. 



Los efectos nocivos más comunes de los residuos son los siguientes: 
  • Problemas higiénicos-sanitarios. Son focos de infección debido a la contaminación bacteriana y a la proliferación de insectos y roedores. Además, originan malos olores. 
  • Problemas medioambientales. Provocan la contaminación del medio receptor y de los acuíferos y, en ocasiones, incendios fortuitos. 
  • Problemas económicos. Requieren grandes inversiones en plantas y equipos de tratamiento, procesos de descontaminación y, en muchas ocasiones, gastos de restauración del medio contaminado. 
  • Problemas sociales. Generan un gran impacto en la calidad de vida (malos olores, degradación del paisaje, etc.) y en la salud de las personas. 
La solución al problema de los residuos requiere una estrategia de desarrollo sostenible que dé máxima prioridad a la reducción de la generación de residuos en origen, a su reutilización y al reciclado de productos y envases. Así, el control y la gestión de los residuos se basa en la promoción de tecnologías preventivas y en la aplicación del principio “quien contamina paga”. 
Se denomina gestión de los residuos al conjunto de operaciones que hay que realizar desde que se generan los desechos hasta su eliminación de forma controlada. 

La gestión de los residuos debe incluir los mecanismos de recogida, las técnicas de eliminación, los tratamientos de los residuos generados y el almacenamiento de los residuos especiales en lugares adecuados y seguros. Estas operaciones incluyen la preparación, la recogida, el transporte, el tratamiento y la eliminación. Los residuos se consideran eliminados cuando no presentan un peligro desde el punto de vista ambiental y sanitario, por lo que el almacenamiento es una forma de eliminación. El método de eliminación varía según el tipo de residuos. 


10. CONCEPTO DE RESIDUO 

Un residuo se define como todo material resultante de un proceso de fabricación, transformación, utilización, consumo o limpieza, cuando su poseedor o productor lo destina al abandono. 
Otra definición que se puede aplicar es la siguiente(OCDE): residuos son los productos de desecho sólidos, líquidos gaseosos, generados en actividades de producción y consumo, que ya no poseen valor económico por la falta de tecnología adecuada que permita su aprovechamiento o por la inexistencia de un mercado para los posibles productos a recuperar 


11. TIPOS DE RESIDUOS 

Al hablar de residuos sólidos se suele pensar de forma inmediata en las basuras domésticas. Sin embargo, la procedencia y los tipos de residuos son muy variados, y para clasificarlos podemos aplicar diferentes criterios: 
  • Según su estado físico: residuos sólidos, líquidos y gaseosos. 
  • Según su actividad: residuos inertes, activos y radiactivos. 
  • Según el tipo de actividad que los genera: residuos de origen primario, de origen secundario y de origen terciario. Esta es la más usada. 
11.1. Residuos de origen primario

Son residuos generados por actividades primarias. Se producen durante los procesos de obtención de alimentos y materias primas. 

11.1.1. Residuos forestales y silvícolas 
Son los residuos que se originan por los tratamientos silvícolas de corta y poda o por las labores propias de las industrias forestales y de transformación de la madera. Todos estos residuos poseen un contenido elevado de materia orgánica (biomasa) y nutrientes, por lo que se pueden utilizar como abono o en la producción de compost, además de constituir una fuente alternativa de energía (biocombustibles). El control de dichos residuos es necesario para evitar los problemas de contaminación del suelo y del agua que ocasionen, así como el riesgo de incendios. 

11.1.2. Residuos agropecuarios 
Son consecuencia de las actividades agrícolas y ganaderas. Entre los residuos agrícolas destacan principalmente los plaguicidas, abonos y restos agrícolas (partes no aprovechables del vegetal: hojas secas, malas hierbas...). Los residuos ganaderos son más abundantes que los agrícolas y constituyen un problema cuando se separan las actividades agrícolas y ganaderas, ya que la acumulación de purines y estiércol puede ser fuente de contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, además de originar malos olores.

11.1.3. Residuos mineros 
Se originan en los procesos de extracción y tratamiento de minerales y rocas. Los residuos mineros suelen ser inertes, es decir, carecen de actividad fisicoquímica o biológica. A veces requieren tratamientos específicos, ya que poseen ácidos y metales pesados que resultan tóxicos. 




2.2. Residuos de origen secundario 
11.2.1. Residuos industriales 
Los residuos industriales son materiales inertes o asimilables a residuos urbanos y sustancias tóxicas, peligrosas o radiactivas, generados en la actividad industrial. 

Según la legislación española, los residuos industriales pueden ser: 

Residuos inertes. Son aquellos desechos que carecen de actividad física, química y biológica. Proceden de la construcción y derribo de edificios, obras civiles, desmontes y excavaciones. La composición de los residuos es variable: arena, arcilla, cemento, asfalto. Se pueden reciclar con facilidad y tienen una gran importancia económica. Por ejemplo, la chatarra se puede usar en la industria siderúrgica, y los escombros, para elaborar el firme de las carreteras. Debido al volumen que generan, producen un gran impacto paisajístico. La gestión se basa en la recogida y el depósito en vertederos apropiados. 




Residuos asimilables a urbanos. Están constituidos por restos orgánicos procedentes de la alimentación, el papel, el cartón, los plásticos, los restos textiles y los envases desechables. Su gestión y eliminación son similares a las de los residuos sólidos urbanos, que veremos más adelante. 





Residuos tóxicos y peligrosos (RTP). Estos residuos poseen actividad física, química o biológica. Casi la totalidad de ellos se generan en la industria, sobre todo en la química. Contienen sustancias que les confieren un carácter peligroso por los riesgos que pueden suponer para la salud y el medio ambiente. Entre las características que presentan los compuestos tóxicos peligrosos destacan las siguientes: 
  • Inflamabilidad, si alcanzan su punto de ignición a temperaturas inferiores a 60 °C. 
  • Corrosividad, cuando tienen un pH menor que 2 o mayor que 12,5 o pueden corroer el acero a una velocidad de 6,35 mm/año.
  • Reactividad, si son capaces de reaccionar de forma violenta con el agua, si son explosivos a temperatura y presión normales, o si generan humos tóxicos al producirse pequeñas variaciones de pH.
  • Toxicidad propia de los lixiviados. 
  • Mutagenicidad, si tienen efectos cancerígenos o mutagénicos. 
 
11.2.2. Residuos radiactivos 
Se considera residuo radiactivo cualquier material o producto de desecho que contenga o esté contaminado con radionucleidos en concentraciones o niveles de actividad superiores a los establecidos, y para el cual no está previsto ningún uso. Las fuentes principales de residuos radiactivos son las centrales nucleares (producción de energía eléctrica), aunque también se originan en otras actividades: la producción de isótopos radiactivos, la investigación, la medicina y la industria. 

11.2.3. Gestión de residuos de origen secundario 
Tanto los residuos inertes como los asimilables o urbanos presentan características y tratamientos similares a los domésticos. Sin embargo, merecen especial atención los tóxicos, los peligrosos y los radiactivos. 

La gestión de los RTP se realiza de manera diferente según sus características, puesto que requieren tratamientos especiales y un mayor control en su almacenamiento y transporte; por esta razón se encargan de ellos empresas especiales. Comprende distintos procedimientos en función del tipo de residuo: 

Almacenamiento en depósitos de seguridad de las cenizas y de otros RTP. Es el sistema más utilizado por los países desarrollados y el que recibe mayor volumen de residuos. Se ubican en terrenos geológicos seguros. El mayor peligro es la contaminación de aguas superficiales y subterráneas por la formación de lixiviados; por ello, es muy importante someter estos residuos a un control sanitario. En otras ocasiones se opta por un depósito subterráneo en minas de sal. Este método no admite residuos líquidos. 

Minimización. Se trata de una prevención en origen. Se pretende reducir en el mismo centro productivo, al máximo posible, la cantidad y/o toxicidad de los residuos allí generados, modificando el propio proceso productivo si fuese necesario desde el punto de vista medioambiental.

Tratamientos térmicos. Con ellos se rompen las moléculas tóxicas, generando otros compuestos gaseosos no peligrosos y menos voluminosos. Los compuestos que se incineren deben ser combustibles. Las cenizas producidas al incinerar RTP son tóxicas por su alto contenido en metales. 

Tratamientos químicos. Se precisa una neutralización previa en tanques apropiados, donde las sustancias tóxicas son transformadas en otras menos peligrosas y más fáciles de eliminar mediante reacciones de oxidación-reducción o ácido-base. 
Tratamientos físicos. Los productos peligrosos se separan o se aíslan del resto por medio de filtración, decantación, centrifugación, destilación, etcétera. 

Tratamientos biológicos. Es un tratamiento ya consolidado. Se realiza en planta de efluentes muy diluidos, por medio de microorganismos, para la degradación selectiva de productos tóxicos específicos. 

2.3. Residuos de origen terciario 
Son residuos que tienen su origen en el sector servicios o que están ligados a ellos. Se generan en los núcleos de población. 

2.3.1. Residuos sanitarios 
Son los producidos por las actividades de hospitales, clínicas, centros de atención primaria, laboratorios de análisis y laboratorios farmacéuticos. Se distinguen cuatro grupos: 

Grupo I. Residuos asimilables a los urbanos, que son los que se generan en los centros sanitarios, pero no están relacionados con las tareas sanitarias propiamente dichas, sino con otros servicios dentro del hospital (oficinas, cafeterías, jardines...). Sus tipos, características y recogida se corresponden a lo ya tratado en el apartado anterior, ya que no plantean exigencias especiales en su gestión. Representan el 50 % del total de residuos generados en un centro sanitario. 

Grupo II. Residuos sanitarios no específicos, asimilables a los urbanos, pero producidos en actividades sanitarias con características iguales a los residuos domésticos y que no implican un riesgo mayor para la salud y el medio ambiente que los RSU (material de vendas, yesos, ropas...). Su tratamiento se limita a depositarse en bolsas especiales. Son el 40 % de los residuos sanitarios. 

Grupo III. Residuos sanitarios específicos o de riesgo y que poseen en su composición agentes infecciosos y, por tanto, con capacidad potencial de contagio y toxicidad (vacunas, residuos anatómicos...). Antes de ser recogidos, han de ser sometidos a tratamientos de desinfección (autoclaves, por ejemplo) y depositarse en recipientes rígidos, herméticos y rotulados como “Residuos de riesgo”. 

Grupo IV. Residuos especiales y peligrosos, que contienen o son sustancias químicas o radiaciones que pueden alterar el medio ambiente o la salud humana. Se incluyen los residuos citotóxicos o químicos (medicamentos caducados, por ejemplo) y que son residuos tóxicos y peligrosos, por lo que es necesario aplicar tratamientos para disminuir su peligrosidad y su gestión compete al propio centro sanitario a través del Plan General de Gestión Interna de Residuos; y los residuos radiactivos de baja o media actividad, líquidos o sólidos contaminados que proceden de los departamentos de medicina nuclear (aparatos de rayos X, radioterapia...), que se recogen en recipientes especiales y debidamente rotulados que serán transportados a almacenes dentro del centro sanitario a la espera de su recogida por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA). 





11.3.2. Residuos sólidos urbanos 
Según la actual Ley de Residuos, los residuos sólidos urbanos (RSU) son los que se generan en las actividades desarrolladas en los núcleos urbanos: 
  • Residuos domiciliarios, originados en los domicilios particulares como resultado de las actividades domésticas (basuras de comida, papel, vidrio, restos textiles, metales, restos de pinturas, medicamentos y algunos RTP, como pilas, disolventes y aceites). Se incluyen aquí algunos de gran tamaño, como muebles, electrodomésticos o coches. 
  • Residuos comerciales y de servicios, generados en oficinas, centros de enseñanza, etc., y que son semejantes a los residuos domésticos (cartuchos de impresora, tóner de fotocopiadoras, ordenadores, electrodomésticos,…). 
  • Residuos producidos por la limpieza de calles, zonas verdes y mercados. 
  • Residuos de construcciones, demoliciones y obras de reparación en viviendas (se suelen denominar escombros). 
Los RSU tienen, por tanto, una composición muy heterogénea, ya que están constituidos por materiales muy diversos que se agrupan, según su naturaleza, en inertes (vidrio, escoria, etc.), fermentables (materia orgánica procedente de restos de alimentos), combustibles (papel, cartón, plásticos), metales voluminosos (muebles, lámparas), electrodomésticos (frigoríficos, radios, televisores, etc.), teléfonos móviles, baterías, neumáticos, pilas, aceites,… 

 

La cantidad de residuos que se producen varía según el país (los más desarrollados generan más residuos por habitante y día que los menos desarrollados), y dentro de una misma nación la variación depende de las características de la zona (urbana o rural), del nivel de vida de la población, del clima, de la estación del año y de los movimientos de la población en vacaciones o fines de semana. 

 

Los efectos más comunes que provocan los RSU son los siguientes: 
  • Olores desagradables, causados por la descomposición de la materia orgánica presente. 
  • Riesgos para la salud, ya que si se acumulan de forma incontrolada, favorecen la proliferación de ratas, moscas, etc., que son posibles portadoras de enfermedades. 
  • Contaminación del suelo y de aguas superficiales o subterráneas, en estas últimas por lixiviados, cuando el agua de lluvia arrastra sustancias. 
  • Contaminación del aire por combustiones, controladas o incontroladas. 
  • Degradación del paisaje. 
ANIMACIONES




12. GESTIÓN DE LOS RESIDUOS 
El desarrollo económico y el crecimiento demográfico en los países desarrollados han elevado la producción de residuos sólidos, lo cual, unido a los nuevos materiales y sustancias que contienen, ha sobrepasado la capacidad de asimilación de los sistemas naturales. De ahí la importancia de gestionar de forma adecuada este tipo de residuos. 

En el marco nacional, la gestión de los residuos sólidos urbanos es competencia de los gobiernos autonómicos por medio de los planes directores. Estos gobiernos, a través de la Ley 42/1975 de 19 de noviembre sobre recogida y tratamiento de los desechos y RSU, ceden sus competencias locales a los ayuntamientos, los cuales son los encargados de gestionarlos, bien directamente, bien a través de contratas con empresas especializadas. 

La gestión de los residuos debe contemplar los mecanismos de recogida, las técnicas de eliminación, los tratamientos de los residuos generados y el almacenamiento de los residuos especiales en lugares adecuados y seguros. 

12.1. Disminución y valorización de los residuos 
Se trata de medidas enfocadas a reducir o evitar la generación de residuos. Constituyen las denominadas técnicas de minimización: 

Reducción en origen. Esta medida persigue reducir o eliminar la producción de residuos a través del empleo de tecnologías limpias que modifiquen los procesos de fabricación industrial para conseguir un uso más racional de materias y energías y que se integren en el ciclo de producción y consumo, de forma que se ocasione un menor impacto ambiental. 
Una tecnología limpia ha de conseguir ahorrar materias primas, aprovechando los residuos generados; una mayor eficiencia del uso de la energía, evitando pérdida de la misma; reducir la producción de residuos, y reutilizar los que generan en la medida de lo posible. 

Reducción del volumen. Consiste, por una parte, en la separación de los residuos en origen (recogida selectiva de residuos), con el fin de disminuir su volumen y el coste de su eliminación, ya que algunos se pueden recuperar y reutilizar de nuevo, y por otra, en la reducción física de su volumen, aplicando distintos tratamientos, como compactación, secado por calor, etc. 

Recuperación y reciclaje. La recuperación de residuos consiste en el empleo de los mismos en procesos de fabricación distintos a los de su formación; el reciclaje consiste en su empleo para los mismos procesos en los que los residuos se han producido. 

Ciertos componentes de los RSU, en especial la materia orgánica, el papel y el cartón, el vidrio, los plásticos y los metales, una vez recuperados, pueden reutilizarse fácilmente. Este proceso de reutilización comienza con la recogida selectiva, en se separan en origen los diferentes materiales que normalmente componen la bolsa de basura. La utilización de contenedores específicos para el papel, el vidrio, los envases y las pilas está cada vez más extendida. 

En aquellas localidades donde no haya recogida selectiva, la basura se deposita en contenedores o en lugares establecidos de las calles, desde donde es transportada a los vertederos o a las plantas de selección y tratamiento. En estas plantas, los materiales pasan previamente por una zona de selección, en la que se retiran latas y residuos aprovechables. 

Por medio del reciclaje se pretende separar los distintos componen los residuos utilizando tecnologías idóneas para su recuperación, transferir y posterior aprovechamiento: 
  • Reciclaje del papel. Incide de forma directa reduciendo la tala de árboles. Aquí hay que tener en cuenta que, para conseguir una tonelada de pasta de papel, se necesitan 14 árboles, que tardan en crecer alrededor de 20 años. 
  • Reciclaje del vidrio. Repercute en beneficios sociales, ambientales y económicos por el gran ahorro energético que supone. 
  • Reciclaje de plásticos. Los plásticos son materiales inertes no biodegradables y muy resistentes a la humedad y a la acción de los productos químicos, por lo que su descomposición tardaría años en producirse. Estos residuos se utilizan para elaborar nuevos envases; de ahí la importancia de su recuperación en origen. 
  • Reciclaje de metales. Los más frecuentes en las bolsas de basura con el hierro y el aluminio. La chatarra férrica es una fuente importante de materia prima para la industria del acero. Con el reciclaje del aluminio, por su parte, se ahorra la energía necesaria para su obtención. 

La jerarquía de opciones para la gestión sostenible de los residuos ha de ser: prevención, reutilización, reciclaje, valorización energética y eliminación. 

12.2. Transformación de residuos 
El tratamiento de la materia orgánica de los RSU pretende conseguir el máximo beneficio de estos. Destacan aquí 
  • La conversión de la materia orgánica en abono mediante el proceso de compostaje. 
  • La obtención de energía eléctrica en las plantas incineradoras. 
El compostaje es un proceso biológico aeróbico mediante el cual los microorganismos (bacterias y hongos) actúan sobre materia orgánica no contaminada que procede de los residuos, lo que permite obtener compost tras un proceso de humificación de dicha materia orgánica bajo condiciones controladas. Para desarrollar la actividad descomponedora, se requieren determinadas condiciones de temperatura, humedad y oxigenación, así como una proporción adecuada de carbono/nitrógeno. Si esta proporción es elevada, se retrasa la velocidad de humificación; por el contrario, un exceso de nitrógeno ocasiona fermentaciones no deseables. Para acelerar el proceso, se pueden añadir lodos procedentes de la depuración de aguas. 

 

 

El compost final es un material heterogéneo de color negro o marrón oscuro, cuyo contenido en nutrientes es bajo. Sin embargo, debido a la alta proporción de microorganismos que contiene, incrementa los procesos de nitrificación del suelo, lo que hace que sea un abono excelente para la agricultura: mejora la estructura del suelo, ayuda a reducir la erosión y favorece la absorción de agua y nutrientes por parte de las plantas. 

12.3. Eliminación de residuos 
Los métodos de eliminación se aplican en el tratamiento de aquellos residuos que no son reciclados ni transformados en otros productos. Los más importantes son 
  • Vertederos - Incineración 
  • Almacenamiento de residuos radiactivos 
  • Supresión de residuos biosanitaríos peligrosos. 
12.3.1. Vertederos 
Existen tres tipos de vertederos: incontrolados, controlados y de seguridad. 

Vertederos incontrolados. Durante mucho tiempo se han eliminado los residuos abandonándolos directamente en el entorno, sin ningún tipo de control y no demasiado lejos de las poblaciones (orillas y arcenes de las carreteras y cauces de ríos, canteras abandonadas)- Los propios sistemas naturales eran capaces de asimilarlos sin graves problemas; sin embargo, el enorme incremento de la cantidad de residuos ha hecho necesario un mayor control, con objeto de evitar problemas ambientales (contaminación de aguas, focos de infección, incendios, etcétera). 

Vertederos controlados. Estas instalaciones, destinadas a eliminar o depositar los residuos, situadas en lugares adecuados para evitar molestias y riesgos a la población, representan una gran mejora. En ellos es preciso vigilar los gases generados por la fermentación de los desechos orgánicos (su acumulación puede originar incendios y explosiones) y recoger los lixiviados para su posterior tratamiento, a fin de evitar la contaminación de las aguas superficiales y, sobre todo, de las subterráneas. 

 

Las características y factores que se tienen en cuenta para la instalación y buen mantenimiento del vertedero son las siguientes:
  • Condiciones geológicas y geomorfológicas del terreno: terreno impermeable o impermeabilizado artificialmente para evitar contaminación de aguas subterráneas por lixiviado, terreno en pendiente para recoger los lixiviados y transportarlos a balsas de recogida. 
  • Condiciones climatológicas: hay que elegir para su ubicación una zona donde existan tasas de precipitación bajas y elevada evapotranspiraclón, para reducir así la producción de lixiviados. 
  • Instalar puntos de salida de los gases que se producen como consecuencia de los procesos de descomposición. 
  • Recubrimiento con capas de tierra donde sea posible el crecimiento de vegetación autónoma; haría disminuir el impacto paisajístico. 
  • Accesos para el paso de vehículos y un vallado que impida el paso de personas y animales. 
E1 vertido de basura se realiza de forma ordenada, estratificando las basuras y alternándolas con capas impermeables. De este modo, la biomasa es digerida mediante fermentación anaerobia por bacterias metanogénicas. Este biogás, o gas de vertedero, puede utilizarse para generar calor o bien para alimentar un grupo electrógeno y verter la energía eléctrica excedentaria a la red pública- Estas instalaciones admiten cualquier tipo de residuo, si bien se requieren grandes superficies de terreno y su período de funcionamiento es limitado. Es necesario controlar los lixiviados aun después de que el vertedero haya sido sellado. 

Las ventajas de este método de eliminación son su instalación, unos costes reducidos y un impacto ambiental menor si se controla y gestiona de forma adecuada. Entre los inconvenientes destacan la necesidad de grandes superficies de terreno alejado de núcleos urbanos y la producción de lixiviados, aun después de que el vertedero sea clausurado. 

En cualquier caso, una vez colmatados, los vertederos deben ser clausurados y sellados y se han de adoptar las medidas adecuadas para reintegrar la zona en el entorno circundante y recuperar el terreno para otros usos, como lugares de ocio y recreo. 

Vertederos de seguridad. Son semejantes a los controlados, pero con zonas delimitadas para cada tipo de residuos admitidos y cápsulas perfectamente selladas para los tóxicos y peligrosos. 

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12.3.2. Incineración 
Se trata de un proceso de combustión térmica controlada que provoca una oxidación del carbono y el hidrógeno presentes en la materia orgánica de los residuos. Se obtienen de este modo productos inertes (cenizas y escorias), gases y vapor de agua. 




Las ventaja de la incineración son:
  • Se consigue reducir el peso y el volumen de las basuras sólidas en poco tiempo y en un espacio menor. 
  • Durante el proceso de incineración se liberan grandes cantidades de energía, que es posible recuperar para obtener electricidad. 
Sin embargo, la incineración presenta graves inconvenientes: 
  • Es un sistema costoso. - Algunos tipos de residuos no pueden incinerarse. 
  • Genera contaminación por emisiones de dioxinas y furanos, potentes cancerígenos que se forman al quemar materiales que contienen cloro. 
  • Los metales pesados no se destruyen durante la incineración y son liberados frecuentemente al medio cuando la incineración es a altas temperaturas, sobre todo en el caso de residuos que contengan pilas, pinturas y plásticos. 
  • Las cenizas que se generan en los procesos de incineración contienen elementos tóxicos para los seres vivos, por lo que es necesario tratarlos en vertederos controlados. 
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12.4. La gestión de los residuos en España 
La gestión de residuos en España se basa en las directrices marcadas por la Unión Europea, que están basadas en actividades para: - 
  • Reducir la producción de residuos mediante el empleo de tecnologías limpias y el uso de productos que generan menos residuos. 
  • Fomentar el reciclado y la reutilización de los residuos. 
  • Eliminar de manera segura aquellos residuos que no se puedan recuperar, empleando para ello vertederos controlados. 
Las líneas actuales que sigue la Dirección General de Política Ambiental en relación con los residuos se pueden concretar en los siguientes puntos: 
  • Apoyo a la ejecución de los planes de gestión de residuos de otras administraciones que estén encaminados a las actuaciones de reciclado de productos de desecho y al sellado y recuperación de vertederos incontrolados. 
  • Apoyo al reciclado del vidrio y del papel por medio de campañas iniciadas en el año 1993, suministrando los contenedores y los camiones de recogida a los ayuntamientos. 
Generación RSU 
Crecimiento RSU España
Elaboración de planes concretos, como: 
  • El Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR), que contempla varios programas específicos que pretenden estabilizar las cifras de producción de los residuos urbanos (prevención), reutilización y recuperación en origen, conseguir una valorización, recuperación y reciclaje de los mismos, así como la implantación de la recogida selectiva de los residuos específicos domésticos 
  • El Plan Nacional de Residuos Peligrosos (PNRP) 
  • Plan Nacional de Residuos Industríales (PNRI), que se fundamenta en la concesión de ayudas a proyectos de minimización y de gestión de residuos que en la actualidad carecen de tratamientos adecuados en España.
Establecimiento de leyes, como: 
  • La Ley 11/1997, de Envases y Residuos de Envases, en la que se implica a productores, consumidores, ayuntamientos, comunidades autónomas y gobierno central al introducir la recogida selectiva de envases y los sistemas integrados de gestión de residuos (ECOVIDRIO, para el vidrio; SIGRE, para medicamentos, y ECOEMBES, para todo tipo de envases plásticos, latas y briks). 
  • La Ley 10/1998, de Residuos, que se aplica a todo el Estado y se completa con los planes nacionales y autonómicos. Esta ley impone los sistemas de recogida de residuos por las entidades locales; prohíbe el abandono, vertido o eliminación incontrolada de residuos en todo el territorio nacional, y establece que el productor de residuos es el responsable del pago derivado de su gestión (principio «quien contamina paga»), siendo responsable de asegurar su correcta administración

¿Sabes cuánta basura generamos en España al año cada habitante? 575 kg por año

Compara este dato (verde) con la media europea.

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13. DEMOGRAFÍA HUMANA 

13.1.- Los humanos, posiblemente, la mayor plaga de la historia 
La especie humana tiene en muchos aspectos el comportamiento de una plaga. Es un hecho frecuente que ciertas especies, en equilibrio hasta un determinado momento dentro de un ecosistema, se conviertan en plagas al desaparecer los controles o mecanismos de feed-back que mantenían la población dentro de unos límites definidos. La tasa de mortalidad de la especie, en buena parte dependiente de la existencia de tales controles, disminuye bruscamente. 

Recordemos brevemente algunos ejemplos de este fenómeno. La eliminación de las aves rapaces por el hombre, sea por la caza directa o por la destrucción de su hábitat (y generalmente por ambas razones a la vez), permite la proliferación de ratas, conejos y otros animales que constituyen peligrosas plagas para los cultivos. En otros casos, una especie se introduce en un ecosistema nuevo en el que no encuentra controles eficaces. De este modo, muchas especies, casi siempre introducidas por el hombre, voluntaria o involuntariamente, se han convertido en plagas. Es el caso del conejo en Australia o del ciervo en Nueva Zelanda, los cuales al degradar fuertemente la cobertura vegetal, han contribuido a la erosión de importantes extensiones, con los consiguientes perjuicios, en parte irreparables, para las posibilidades productivas de las mismas. En la Península Ibérica los ejemplos serían no menos patéticos: el visón y el cangrejo americanos, el lucio, la gambusia, el cangrejo de río americano, etc. 

        

Es característico de las plagas un rápido crecimientos de las poblaciones, en contraposición con el régimen casi estacionario de las especies que viven en equilibrio con su medio. El crecimiento de las poblaciones de las plagas suele seguir una curva de tipo exponencial hasta que la limitación del alimento o la entrada en acción de controles Ciencias de la Tierra y Medioambientales 283 (depredadores o enfermedades) produce una estabilización, o incluso una brusca disminución de los efectivos. 

El hombre ha eliminado o reducido la eficacia de sus propios controles biológicos gracias a los progresos de la higiene y la medicina, y la casi total aniquilación de sus depredadores. A causa de ello, la tasa de mortalidad de nuestra especie ha descendido de un modo espectacular, y este fenómeno está en la base de la llamada "explosión demográfica". 

13.2.- La historia demográfica de la humanidad 
El primer momento clave en nuestra historia demográfica es la denominada “Revolución de las Herramientas”. Hace unos 600.000 años el ser humano se convierte en un cazador más eficiente al comenzar a tallar herramientas de piedra que le ayudan a obtener mayor cantidad de alimento y mejoran sus posibilidades de subsistencia. Eso provoca una rápida respuesta en forma de incremento poblacional. 

Más tarde, hace unos 10.000 años y antes de la aparición de la agricultura, comienza la historia reflejada en nuestra tabla. La población del mundo era de aproximadamente cuatro millones de personas y aumentó muy lentamente hasta unos cinco millones hacia el año 5.000 antes de J.C. Durante unos dos millones de años los seres humanos habían vivido de la recolección, la conducción de manadas y la caza (cazadores-recolectores). Después, en el espacio de unos cuantos miles de años surgió una forma de vida radicalmente distinta basada en una gran alteración de los ecosistemas naturales y orientada a la producción de cosechas y a la consecución de pasto para los animales. 

El desarrollo de la agricultura, que tuvo lugar por separado en el suroeste de Asia, China y Centroamérica, marcó la transición más importante de la historia humana. Al conseguir proporcionar cantidades de comida muy superiores, posibilitó la aparición de sociedades jerárquicas sedentarias y un crecimiento mucho más rápido de la población humana. La llamada "Revolución Neolítica" desató un crecimiento espectacular de las cifras de pobladores del planeta: comenzaron a duplicarse cada milenio hasta llegar a los 50 millones hacia el año 1.000 antes de J.C., subiendo a 100 millones en los 500 años siguientes y a 200 millones hacia el año 200 después de J.C. 

En cualquier caso, la agricultura no solucionó el problema de producir alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de la población mundial. Las sociedades humanas de todo el globo la habían adoptado porque el crecimiento demográfico requería formas más intensivas de obtención de alimentos. Sin embargo, hasta hace aproximadamente doscientos años la práctica totalidad de la población mundial vivía al borde de la inanición. Esto hizo que el aumento de la población se situase en torno al 0.1% anual (veinte veces menor que el actual), aunque, dentro de la tendencia al alza, no hubo un crecimiento constante ni de la población ni de la producción de alimentos que debía sustentarla. Hubo en cambio intervalos de rápido aumento seguidos por repentinos parones, y descensos causados por el crecimiento de los niveles demográficos por encima de los recursos alimentarios o por las secuelas de la guerra y las enfermedades. 

Así, hacia 1.300 se alcanzó la cifra de 400 millones de personas, muy cerca de los límites en los recursos alimentarios. A partir de esta fecha, el hambre y las plagas se cebaron en una debilitada población y las cifras se redujeron acusadamente, hasta el punto de que hacia 1.400, cuando ya se había producido una cierta recuperación, apenas había 350 millones de personas. Los dos siglos siguientes vieron el aumento de la población hasta llegar a los 550 millones. En el siglo siguiente, el deterioro del clima (Pequeña Edad del Hielo) afectó a la producción de alimentos y restringió el crecimiento. Tras este período continuó la tendencia al aumento y se alcanzó finalmente la cifra de 1.000 millones de personas en 1825. 

A partir de aquí comienza la segunda gran transición de la historia humana: la Ciencias de la Tierra y Medioambientales 285 explotación de las enormes reservas de combustibles fósiles y la Revolución Industrial ligada a ella supusieron el inicio de una era de abundancia para la población. Esto ha convertido al rápido aumento sin precedentes de la población en uno de los mayores cambios de la historia humana. 

La forma más gráfica de expresar la aceleración del índice de crecimiento es estudiando el tiempo que ha tardado la población en crecer de mil en mil millones hasta llegar a los casi seis mil actuales. El número total de habitantes del mundo alcanzó los mil primeros millones alrededor de 1825 como ya hemos dicho, y se había tardado unos dos millones de años en alcanzar esta cifra. Los mil millones siguientes se consiguieron en sólo cien años. Los siguientes necesitaron treinta y cinco años para alcanzarse, de 1925 a 1960. Ya estamos en tres mil millones y sólo quince años después alcanzamos los cuatro mil millones (hacia 1975). El paso de los cuatro a los cinco mil millones se completó en unos doce años hacia el final de los ochenta. Las predicciones futuras abren un preocupante abanico en torno a los 10.000 millones de personas hacia el año 2050. 


La aceleración del crecimiento es evidente. Si queréis calcular el tiempo que va a tardar la población en duplicarse conocidos los habitantes actuales y considerando como constante la tasa de crecimiento anual, podéis emplear la fórmula: 


Nº años para doblar = 70/ tasa de crecimiento anual 

13.3.- La situación demográfica actual y las perspectivas de futuro 
Para analizar la situación demográfica actual hemos de atender a varios parámetros: 
  • la distribución geográfica de la población. 
  • las tasas de natalidad y mortalidad en función de dicha distribución. 
  • el balance entre dichas tasas (en definitiva, la tasa de crecimiento). 
  • la problemática social implicada.
Con respecto al primero de los problemas, la artificial división del globo en estados del norte-rico y del sur-pobre, nos resulta extremadamente gráfica. Los países desarrollados del primer mundo tienen en la actualidad (datos de 2004: 6.364 millones de habitantes) 1326 millones de habitantes (20.8% del total), mientras que en el tercer mundo viven 5037 millones de personas (79.2%). 

No es éste el único problema que deben afrontar los países eufemísticamente llamados en vías de desarrollo. Sus tasas de natalidad son, además claramente superiores a las de los países desarrollados y, si bien sus tasas de mortalidad son también más altas, Depto. Biología-Geología. IES. Ceutí. 286 la introducción de campañas de vacunación, y otras medidas higiénicas y sanitarias han hecho que se sitúen muy por debajo de las que reflejaban las estadísticas hace unas décadas. Por tanto, el crecimiento demográfico actual del tercer mundo no se debe tanto a la subida de las tasas de natalidad, que se mantienen estables hace décadas, sino al repentino descenso de la tasa de mortalidad, que ha propiciado un notable incremento poblacional. En palabras del delegado de UNICEF Peter Adamson: "no es que de repente la gente empezase a multiplicarse como conejos, simplemente, dejaron de morir como moscas". 

En la actualidad es cierto que en la mayoría de los países en vías de desarrollo se observa una considerable disminución "espontánea" de la tasa de crecimiento, debida a una disminución de la tasa de natalidad lo bastante importante como para compensar la baja tasa de mortalidad existente (“Transición Demográfica”). 

      


Los datos actuales sugieren que m seguirá disminuyendo todavía en gran parte del mundo, y en especial en África y Asia, al mejorar las condiciones sanitarias. Para ello no es preciso un desarrollo integral de estas áreas, sino que bastará con la introducción de algunas medidas y la extensión del uso de ciertos medicamentos. El aumento del uso de antibióticos e insecticidas, por ejemplo, no supone que vaya a producirse un desarrollo integral, ni mucho menos. En todo caso, las previsiones optimistas de años atrás, deben ser matizadas, pues el SIDA se ha convertido , sobre todo en África, en un potente mecanismo de control de las poblaciones, haciendo que las nuevas previsiones sobre el total de población en algunas zonas del planeta tengan que ser revisadas a la baja. 
  



 


En cambio, la disminución de n que se produce en los países desarrollados parece tener motivos mucho más complejos. El fenómeno no es exclusivo de nuestra especie: cuánto más organizado y complejo es un sistema, tanto más tiende a estabilizarse, disminuyendo las tasas de renovación y aumentando la diversidad y la eficiencia. Asimismo, en la evolución de las especies parece existir una tendencia hacia la disminución del número de crías y el aumento del cuidado de éstas por los padres, con el consiguiente aumento de eficacia. El mayor grado de organización de un sistema suele ir ligado a una menor tasa de renovación de sus elementos. 

En definitiva: 
  • la tasa de mortalidad parece claro que seguirá disminuyendo en todo el mundo, independientemente del grado de desarrollo, durante bastantes años. 
  • la disminución espontánea de la tasa de natalidad sólo se produce en países bastante desarrollados y de nivel cultural elevado, y parece obedecer a motivaciones psicológicas complejas. 
De lo que se deduce que, para evitar la explosión demográfica, o bien habrá que esperar a que los países subdesarrollados se desarrollen, o habrá que recurrir a la planificación familiar a gran escala. La primera alternativa, parece altamente problemática, por lo menos en un futuro próximo. Razones sociopolíticas aparte, la propia explosión demográfica constituye un freno al desarrollo. Pensad que países que ya hoy se debaten en  la miseria, el hambre y la ignorancia, habrán doblado su población dentro de veinte años. Mientras tanto, los incrementos logrados por estos países en la producción agrícola se producen a un ritmo que apenas si compensa en conjunto el crecimiento demográfico, y simultáneamente, los productos agrícolas se desvalorizan en el mercado internacional (a título de ejemplo, en 1954 se necesitaban 14 sacos de café para comprar un "Jeep" y en 1962 eran precisos ya 39). 

13.4.- Distribución por clases de edad de las poblaciones humanas 


Una característica importante de las poblaciones es la distribución por edades de los individuos que las forman. Podemos clasificar a los individuos en clases de edad comprendidas entre determinados límites: por ejemplo, la clase de los individuos que tienen entre 0 y 4 años, entre 5 y 9, etc, y representar los datos mediante pirámides de población. Para la población humana es evidente que dentro de un mismo país puede haber grupos con estructuras de edad muy dispares. Así, los no-blancos norteamericanos presentan una estructura más comparable a la de un país subdesarrollado que a la de un país desarrollado. Veamos unos ejemplos típicos de distribución de edades. 



En la figura anterior se muestran las pirámides de edad típicas para poblaciones en expansión, estables y en declinación. Una población que por algún tiempo ha mantenido una tasa de natalidad elevada, adquiere la estructura de edad correspondiente a la pirámide A, en la que cada generación resulta mayor que la precedente. Si el índice de crecimiento poblacional disminuye y se acerca a cero (el tan traído y llevado "crecimiento cero"), se desarrolla una estructura estable en la que los grupos de edad pre-reproductiva y reproductiva alcanzan más o menos el mismo tamaño como sucede en la pirámide B. La declinación de la población se presenta cuando la tasa de natalidad decrece hasta que la proporción de los segmentos reproductivo y post-reproductivo de la población resultan mayores que el pre-reproductivo. 



La estructura de edad de una población es importante si se desean predecir las  futuras tendencias de la población. Las proyecciones que se basen exclusivamente en las tasas brutas de crecimiento pueden resultar bastante desorientadoras. Por ejemplo, han aparecido recientemente opiniones ingenuas y optimistas sobre el fin de la explosión demográfica en EE.UU. La base de ese optimismo lo constituye la reducción constante de la tasa de natalidad. Pero es preciso preguntarse si esa disminución corresponde primordialmente a un número menor de mujeres en edad de procreación (15 a 45 años) o, por el contrario, a que cada una de ellas tiene un menor número de hijos. 

Parecidas conclusiones pueden sacarse del estudio de las estadísticas sobre porcentaje de habitantes de menos de 15 años en las diferentes partes del mundo. En líneas generales, grado de desarrollo y crecimiento demográfico no son independientes. 

África                           43% 
Asia                              40% 
América del Norte        30% 
América del Sur           43% 
Europa                        25% 
Oceanía                       30% 
Al interpretar las tasas de mortalidad de los diferentes países, es importante tener en cuenta la distribución por clases de edad respectiva. Un país subdesarrollado con una población muy joven puede presentar, gracias a esta juventud, una m más baja que la de un país desarrollado. 

El estudio de la distribución por clases de edad permite efectuar algunas previsiones sobre la evolución posterior de las poblaciones. Si las clases de edad más jóvenes son muy grandes, y dado que la mortalidad disminuye, es posible ver que las clases de edad que van alcanzando sucesivamente la época de reproducción son cada vez más grandes. Las estimaciones demográficas para el futuro se hacen sobre este tipo de datos.


14. OTROS CONTENIDOS

Recursos, riesgos e impactos de la biosfera
Ecosistemas. Impactos de la biosfera
Ecosfera. Impactos


15. PRÁCTICAS
    



16. ACTIVIDADES

  

Exámenes PAU
Ejercicios Selectividad Bloque 2. Biosfera
Preguntas biosfera
Cuestiones PAU biosfera